Morena Consolida su Poder con el Apoyo del Partido Verde
En un movimiento estratégico que redefine el equilibrio de poder en la Cámara de Diputados, Morena ha asegurado la mayoría absoluta gracias a la cesión de 17 diputados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Este acuerdo no solo le otorga a Morena un control decisivo, sino que también asegura que Ricardo Monreal Ávila presida la Junta de Coordinación Política (Jucopo) durante los próximos tres años.
El PVEM, conocido históricamente por su habilidad para negociar beneficios políticos, ha logrado mantener la presidencia de la Comisión de Hacienda y obtener la Comisión de Vigilancia, encargada de supervisar el gasto público. Esta estrategia, justificada por su coordinador Carlos Puente como una maniobra legislativa válida, marca un cambio significativo en la dinámica de alianzas dentro del Congreso.
El pacto entre Monreal y Puente ha sido motivo de controversia. Durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, Monreal criticó duramente al PVEM, calificándolo de “rémoras y adláteres del poder”. Sin embargo, en una conferencia de prensa reciente, Monreal evitó confrontaciones directas, limitándose a afirmar que estas críticas “persistirán en la historia”, y destacando que el acuerdo actual se basa en políticas públicas de bienestar, medio ambiente y ecología.
La respuesta del Partido Acción Nacional (PAN) no se hizo esperar. El vicecoordinador Elías Lixa calificó la transferencia de diputados como un “fraude constitucional”, argumentando que inflar artificialmente los grupos parlamentarios es una estrategia para mantener mayorías no legítimas. A pesar de estas críticas, Morena ahora cuenta con 257 legisladores, lo que le otorga una mayoría calificada que puede ser determinante en las votaciones cruciales de la 66 Legislatura.
Este cambio también afecta la configuración interna de la Cámara. El PVEM ha reducido su número de diputados de 77 a 60, colocándose como la tercera fuerza, detrás del PAN que cuenta con 71 diputados. El Partido del Trabajo (PT) se posiciona en cuarto lugar con 47 diputados, seguido del PRI con 36, Movimiento Ciudadano con 27, y finalmente el PRD con un solo representante y una diputada sin partido.
En un hecho sin precedentes, el PRI, que no se encuentra entre las tres principales bancadas, no presidirá la mesa directiva por primera vez en la historia. Ifigenia Martínez, de Morena, ha sido confirmada como presidenta de la mesa directiva, acompañada de Sergio Gutiérrez Luna (Morena), Kenia López Rabadán (PAN) y María del Carmen Pinete (PVEM) como vicepresidentes.
El ambiente en la Cámara de Diputados reflejó la tensión política. Mientras los números eran anunciados, los diputados del PAN coreaban “¡resistencia, resistencia!”, pero fueron silenciados por los gritos de “¡Presidenta, Presidenta!” en alusión a Claudia Sheinbaum. La sesión se transformó en una especie de romería, con legisladores acompañados de sus familiares, lo que llevó a la mesa directiva a solicitar en repetidas ocasiones el desalojo del pleno.
La jornada culminó con la protesta al cargo de los diputados y la entonación del Himno Nacional. Al salir, Guillermo Santiago, de Morena, celebró el declive del PRI, destacando que “hoy tiene menos curules que Morena en su primera legislatura. ¡Que Alito se quede en el PRI para siempre!”. Este acuerdo marca un antes y un después en la política mexicana, consolidando el poder de Morena y dejando a sus opositores con la difícil tarea de reorganizarse ante un panorama dominado por el guinda.