Guardia Nacional: La Defensa Retoma el Mando para Fortalecer la Seguridad Nacional

En una decisión crucial para el fortalecimiento de la seguridad nacional, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó en lo general el dictamen que devuelve el mando operativo y administrativo de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta medida, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, permitirá además que un general de división pueda encabezar la GN, consolidando así su estructura bajo una dirección militar.

El debate, que se extendió por casi dos horas, fue marcado por el choque de posturas entre la oposición y la mayoría parlamentaria conformada por Morena y sus aliados. Mientras que los partidos de oposición advirtieron sobre una supuesta “perfección de la militarización del país”, la coalición gubernamental defendió la reforma como un paso necesario para combatir de manera más efectiva al crimen organizado, dotando a la GN de la capacidad para realizar sus propias investigaciones.

La iniciativa busca revertir un fallo previo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en abril del año pasado ordenó que el mando de la GN regresara a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a más tardar el 1º de enero de este año. El nuevo dictamen establece que la Sedena retome el control operativo para garantizar que la GN pueda enfrentar los desafíos de la delincuencia organizada, que desde 2007 ha generado profundas afectaciones en la vida económica, política y social de México.

El texto del proyecto de dictamen resalta cómo los grupos del crimen organizado participan en actividades delictivas que incluyen el trasiego de drogas, secuestro, extorsión, trata de personas y robo de hidrocarburos, entre otros crímenes que erosionan gravemente el tejido social del país. A diferencia de estrategias anteriores, como la llamada “guerra contra el narcotráfico” iniciada en 2006 por el expresidente Felipe Calderón, la actual administración ha promovido una Política de Seguridad Pública centrada en el respeto a los derechos humanos y la construcción de la paz, integrando a la GN con personal militar altamente capacitado.

Sin embargo, no todos los actores políticos coinciden con esta visión. El diputado panista Jorge Triana alertó que el dictamen representa un “nuevo intento por perfeccionar la militarización” de la seguridad pública, señalando que la administración de la GN es un “desastre”, con elementos que operan bajo protocolos inconsistentes. En una postura crítica, el coordinador de la bancada del PRI, Rubén Moreira, expresó su preocupación por el debilitamiento del Ejército al desviar a una gran cantidad de sus elementos hacia la GN, lo que podría afectar la operatividad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, ahora liderada por Omar García Harfuch.

Por otro lado, Leonel Godoy, vicecoordinador de Morena, subrayó que la reforma propone un modelo de seguridad que no se limita al combate del crimen organizado, sino que abarca la delincuencia en general. Insistió en que no se trata de una militarización del país, ya que la SSPC, bajo mando civil, continuará formulando las estrategias de seguridad.

La propuesta fue aprobada en lo general con 32 votos a favor y 18 en contra, y aunque aún restan por discutirse 22 reservas en lo particular, la medida se perfila como un pilar clave en la estrategia de seguridad del gobierno federal. El debate continúa, con la promesa de un México más seguro y una Guardia Nacional fortalecida bajo el liderazgo de la Sedena.