El peso mexicano enfrenta presión ante la incertidumbre en mercados globales

El inicio de la semana trajo consigo una notable presión para el peso mexicano, que se depreció en un 0.80 por ciento frente al dólar estadounidense, cotizando en 18.7828 pesos por dólar en la apertura de los mercados estadounidenses. Este movimiento se produce en un contexto de creciente incertidumbre global, con los inversionistas centrando su atención en la próxima reunión de los bancos centrales en Jackson Hole y en la discusión de las reformas constitucionales en México, en especial las relacionadas con el poder judicial.

Cabe destacar que la semana pasada, el tipo de cambio cerró en 18.6294 pesos por dólar en el mercado al mayoreo. Sin embargo, el inicio de esta semana muestra un escenario menos favorable para la divisa mexicana, influenciado por factores externos e internos.

Uno de los elementos que ha contribuido a esta depreciación del peso es la revalorización del yen japonés frente al dólar, lo que ha afectado el atractivo del carry trade, una estrategia financiera que consiste en pedir prestado en yenes para invertir en activos de mayor rendimiento, como el peso mexicano. Este cambio en la dinámica del yen también impactó negativamente al índice Nikkei de la Bolsa de Tokio, que registró una caída del 1.77 por ciento, afectando a las principales empresas exportadoras de Japón.

En el ámbito local, la Secretaría de Economía de México reportó un crecimiento en la inversión extranjera directa (IED) durante el primer semestre del año, alcanzando los 31 mil 96 millones de dólares, lo que representa un incremento del 7 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior. Es relevante mencionar que el 99.9 por ciento de esta IED corresponde a utilidades que se han quedado en el país y no han sido repatriadas, lo que refleja la confianza de los inversionistas en la estabilidad económica de México.

A pesar de este logro en la atracción de inversiones, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) proyecta una desaceleración en la economía mexicana al inicio de la segunda mitad del año. Este pronóstico coincide con la cercanía del inicio de la nueva Legislatura en el país y la continuación del debate sobre las reformas impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que añade un grado de incertidumbre en el panorama económico.

En el escenario internacional, el dólar muestra una tendencia bajista, con su índice ponderado DXY, que mide su comportamiento frente a una canasta de seis monedas internacionales, reportando una pérdida del 0.22 por ciento, situándose en 102.077 unidades. Este comportamiento se da en anticipación a la conferencia que ofrecerá Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, el próximo viernes en Jackson Hole, un evento que es seguido de cerca por los mercados financieros globales.

Mientras tanto, los mercados accionarios en Estados Unidos iniciaron la semana con pequeñas ganancias: el Nasdaq avanzó un 0.08 por ciento, el S&P 500 subió un 0.17 por ciento y el Dow Jones creció un 0.23 por ciento. En México, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) también mostró un desempeño positivo, con un aumento del 0.26 por ciento.

En cuanto a los precios del petróleo, se observó un comportamiento mixto. El Brent registró una leve caída del 0.04 por ciento, cotizando a 79.65 dólares por barril, mientras que el WTI mostró una ligera alza del 0.11 por ciento, alcanzando los 75.62 dólares por barril.

Este complejo escenario económico y financiero muestra la interconexión de los mercados globales y la influencia de los factores externos en la estabilidad del peso mexicano, en un momento crucial tanto para la economía local como para las decisiones de política monetaria a nivel internacional.