Avanza nueva caravana migrante desde Tapachula hacia la frontera norte
Este lunes, una nueva caravana conformada por aproximadamente 400 migrantes emprendió su marcha desde la ciudad de Tapachula, Chiapas, con destino a la frontera norte de México, en busca de mejores oportunidades y en huida de la violencia, pobreza y crisis política en sus países de origen. El contingente, que incluye a mujeres, niños y personas de la tercera edad, partió desde el parque Bicentenario en la madrugada, dirigiéndose hacia la carretera costera para continuar su travesía a pie.
Entre los integrantes de la caravana se encuentran principalmente personas provenientes de Centro y Sudamérica, quienes, con la esperanza de alcanzar el llamado sueño americano, se han visto obligados a abandonar sus hogares. Tal es el caso de Cristina Sánchez, una migrante venezolana que viaja junto a su esposo y dos hijos adolescentes. “En Venezuela todo va empeorar con la reelección de (Nicolás) Maduro, no hay trabajo, no hay vida. Si ganaba Edmundo (González, de la oposición) pensábamos quedarnos, pero con lo que pasó mejor nos vamos, se va poner peor”, expresó Sánchez, dejando claro el descontento que siente por la situación política en su país.
El plan de Cristina y su familia es llegar a la Ciudad de México para iniciar el trámite de la CBP ONE, ante el gobierno de los Estados Unidos, y esperar la cita antes de continuar su camino hacia la frontera norte. La caravana viaja escoltada por patrullas estatales, las cuales se han encargado de agilizar el tráfico en la carretera internacional, para prevenir accidentes. Este tipo de medidas se han intensificado luego del trágico accidente ocurrido el pasado sábado, cuando un camión atropelló a un grupo de migrantes que caminaba desde Suchiate hacia Tapachula, dejando un saldo de un muerto y varios heridos.
En paralelo, la ciudad de Tapachula ha experimentado una saturación en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), donde unos dos mil migrantes se congregaron este lunes para iniciar trámites de asilo. Las largas filas que se extendieron por las calles aledañas a la oficina federal son una clara muestra de la desesperación y la esperanza que albergan estos extranjeros, en busca de una vida mejor.
El cubano René Méndez, quien lleva tres meses acudiendo a las oficinas de la Comar para cumplir con los documentos y entrevistas necesarias para obtener el reconocimiento de refugiado, expresó su frustración ante la lentitud del proceso. “Las citas están rezagadas, apenas estamos pasando los que teníamos cita en mayo, hay demasiada gente en espera”, señaló Méndez, haciendo énfasis en las dificultades que enfrenta para avanzar en su trámite, a pesar de las conocidas violaciones a los derechos humanos en su país de origen.
Por su parte, Teresa Martínez, también de origen cubano, manifestó que ha abandonado el sueño de llegar a Estados Unidos debido a las dificultades, optando por quedarse en México y buscar asilo para traer a sus tres hijos que se quedaron en Cuba. Sin embargo, criticó la tardanza en el proceso, la cual incluso le ha costado su empleo, ya que debe acudir regularmente a las oficinas de la Comar.
Es importante destacar que la Comar ha registrado una disminución del 50% en las solicitudes de asilo en todo el país durante este año. Hasta julio, se habían contabilizado 46,920 peticiones, una cifra significativamente menor en comparación con las 88,303 solicitudes del mismo periodo en el año anterior, lo que refleja un cambio en las dinámicas migratorias y en la respuesta institucional ante esta situación.