Empresarios Demandan Soluciones ante Parálisis en Cruces Fronterizos

CIUDAD DE MÉXICO – Empresarios y transportistas mexicanos enfrentan crecientes desafíos en los cruces fronterizos con Estados Unidos, particularmente en Texas, debido a revisiones exhaustivas que han provocado significativos retrasos en las cadenas de suministro. Manuel Sotelo, vicepresidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga, reportó que solo en el puente Zaragoza-Ysleta, de las 2,500 unidades de carga que diariamente cruzan, recientemente sólo 461 lograron hacerlo.

La situación ha llegado a tal punto que el sábado pasado, aproximadamente 450 tráileres no pudieron cruzar, y el domingo, cuando la aduana permanece cerrada, la situación se agrava aún más. Ante esta problemática, Sotelo y otros líderes empresariales proponen que el cruce internacional de Jerónimo-Santa Teresa, operado por Nuevo México, se mantenga abierto las 24 horas todos los días de la semana, incluyendo fines de semana, para aliviar algunos de estos cuellos de botella.

Los efectos de estas demoras no son menores. Sergio Colin, presidente de Index Juárez (Asociación de Maquiladoras), destacó las “afectaciones económicas millonarias” que están sufriendo las empresas debido a las inspecciones intensificadas. Estas revisiones, iniciadas el pasado sábado por el Departamento de Seguridad Pública de Texas, están interrumpiendo gravemente tanto las exportaciones como las importaciones entre los dos países.

Ante esta situación, miembros del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y otros afectados han buscado la intervención de autoridades mexicanas y estadounidenses. Han enviado cartas a Luisa María Alcalde Luján, Secretaria de Gobernación; Alicia Bárcenas Ibarra, Secretaria de Relaciones Exteriores; y Jorge Nuño Lara, Secretario de Comunicaciones y Transportes, solicitando su apoyo para resolver estos retos logísticos.

La propuesta de operación continua en Jerónimo-Santa Teresa surge como una alternativa viable para mitigar el impacto en los flujos comerciales. Mientras tanto, la comunidad empresarial espera una respuesta efectiva que pueda restablecer el ritmo normal de las operaciones y minimizar las pérdidas económicas que ya se están acumulando. Este problema no solo afecta a las empresas de transporte y maquiladoras, sino que tiene el potencial de impactar a consumidores y negocios a lo largo de toda la cadena de valor en ambos lados de la frontera.