Incrementos al Salario Mínimo Impulsan la Economía sin Afectar la Inflación

En México, los incrementos al salario mínimo durante el actual sexenio han beneficiado significativamente el poder adquisitivo de las familias, sin ocasionar efectos negativos en la inflación, según Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México. En una reciente conferencia de prensa, Osuna destacó que, a pesar de los aumentos, el salario mínimo en México aún no alcanza los niveles de capacidad de compra de la década de 1980, lo que sugiere que aún existe margen para futuros incrementos.

Durante el período de 2018 a 2023, el salario mínimo en México ha visto un incremento nominal del 110%, estableciéndose en un mínimo diario de 248.93 pesos o aproximadamente 7,468 pesos mensuales. Este ajuste ha venido acompañado de un crecimiento en la masa salarial general y una situación de pleno empleo en diversas zonas del país, lo que ha contribuido a un dinamismo económico favorable, sin impactar negativamente en la creación de empleo o en los niveles de inflación.

Los temores iniciales de algunos sectores de la iniciativa privada sobre posibles efectos inflacionarios de los aumentos al salario mínimo, impulsados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se han disipado. Osuna señaló que las alzas en los precios que se experimentaron hace dos años fueron más bien resultado de fenómenos globales y no de políticas salariales locales.

Por su parte, Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México, refirió que el salario mínimo en el país, aunque ha mejorado, sigue siendo uno de los más bajos en América Latina y en la OCDE. Serrano mencionó que el salario mínimo actual aún es un 30% inferior al de finales de los años 70, pero enfatizó que los incrementos recientes han permitido que los salarios crezcan por encima de la inflación en términos reales, fortaleciendo el consumo y augurando una disminución en los niveles de inflación a futuro.

Estos ajustes al salario mínimo no solo representan una mejora directa en la vida de los trabajadores con ingresos formales, sino que también están jugando un papel crucial en el fortalecimiento de la economía mexicana al aumentar el poder de compra y consumo de las familias. Esto subraya una estrategia gubernamental que busca equilibrar el crecimiento económico con mejoras sociales, proyectando confianza y estabilidad en el manejo económico del país.