“Retratos que salvan”: Una campaña que podría cambiar el futuro de nuestros niños
En una revelación que pone de manifiesto la importancia de la tecnología cotidiana en la medicina preventiva, la oftalmóloga Zita Chao Loyo ha destacado un dato crucial que todos los padres deberían saber: la fotografía con flash en entornos oscuros no solo es una práctica común sino que podría ser una herramienta vital para detectar a tiempo el retinoblastoma, un tipo de cáncer ocular en niños menores de cinco años.
La Dra. Chao Loyo, especialista en retina y colaboradora activa con el Hospital Conde de Valenciana, explicó que el retinoblastoma es el cáncer ocular más común en la infancia y se manifiesta principalmente entre el primer y segundo año de vida. Este tumor puede pasar inadvertido debido a que los niños pequeños, al no haber desarrollado completamente el habla, no pueden comunicar problemas de visión que ellos mismos no comprenden. La única pista en muchos casos es una mancha blanca visible en las pupilas cuando se toman fotos con flash en la oscuridad.
En México, se estima que cada año se registran entre 2,500 y 3,000 casos de retinoblastoma. Sin embargo, existe un número indeterminado de casos que nunca son diagnosticados, lo que puede llevar a consecuencias fatales si el cáncer progresa al sistema nervioso central. La Dra. Chao Loyo señala que la detección temprana es crucial, ya que si el tumor se identifica en sus primeras etapas, la tasa de sobrevivencia puede alcanzar el 90%.
La campaña “Retratos que salvan”, promovida por el Hospital Conde de Valenciana, invita a los padres a tomar una simple medida: fotografiar a sus hijos en un cuarto oscuro con flash a una distancia de 30 centímetros, enfocando directamente a los ojos. Las imágenes obtenidas son luego analizadas por especialistas que determinan si es necesario un examen más profundo.
Esta iniciativa no solo destaca la importancia de la revisión oftalmológica anual para los niños, sino que también subraya el deber de los médicos pediatras de realizar exploraciones oculares rutinarias y de referir casos sospechosos a especialistas.
El retinoblastoma representa el 4.3% de los cánceres en niños y es especialmente prevalente en regiones como Chiapas, donde la incidencia llega al 20%. Aunque aún no se comprenden completamente las causas detrás de estas cifras, la campaña busca poner un freno a esta enfermedad mediante la detección precoz.
En última instancia, “Retratos que salvan” no solo busca proteger la salud ocular de nuestros niños, sino también ofrecer una chispa de esperanza a través de la prevención, utilizando herramientas tan accesibles como un teléfono móvil. Con iniciativas como esta, el futuro de nuestros pequeños puede ser no solo más brillante, sino también más seguro.