México Defenderá su Soberanía en la Corte Internacional de Justicia
Ciudad de México. En un firme pronunciamiento que reafirma la posición de México como nación soberana, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el país llevará a la Corte Internacional de Justicia el caso del allanamiento de su embajada en Ecuador, destacando que “a México se le respeta” y subrayando la independencia de la nación al declarar: “no somos colonia de nadie”.
El incidente, que ha provocado una oleada de críticas a nivel internacional, involucra el ingreso forzado de la policía ecuatoriana a la embajada mexicana en Quito, donde fue detenido el ex presidente Jorge Glas. Las imágenes difundidas por el mandatario mexicano muestran cómo los oficiales ecuatorianos procedieron a la detención, ignorando la presencia y los derechos del personal diplomático mexicano, llegando incluso a apuntar con armas de fuego a uno de ellos, identificado como Roberto Canseco, para impedir cualquier intento de resistencia.
Este acto ha sido interpretado por López Obrador como una agresión a la soberanía de México, motivando la decisión de acudir a la Corte Internacional para buscar justicia. Además, el presidente mexicano expresó su descontento con la respuesta ambigua de Estados Unidos y Canadá, países con los que México comparte fuertes lazos económicos y comerciales, señalando la falta de una condena clara y directa hacia el atropello ocurrido en la embajada.
La crítica se extendió hacia la actuación internacional, en particular hacia la postura de Estados Unidos, donde se destacó la falta de una condena explícita por parte del Departamento de Estado y del presidente Joe Biden, frente a este acto que López Obrador califica como una violación al derecho internacional y a los acuerdos diplomáticos, como la Convención de Viena.
El presidente mexicano señaló la importancia de este suceso no solo en el contexto bilateral con Ecuador, sino también como un indicativo preocupante para la diplomacia y el derecho internacional. En sus palabras, refleja la necesidad de mantener el respeto a la soberanía y los derechos diplomáticos frente a cualquier intento de imposición o autoritarismo, haciendo un llamado a la comunidad internacional para rechazar estas prácticas y evitar el establecimiento de precedentes que socaven las bases del orden mundial basado en reglas y acuerdos mutuos.
Este momento marca un punto de inflexión en las relaciones de México con el mundo, reafirmando su compromiso con la defensa de sus principios soberanos y su rechazo a cualquier forma de intervencionismo, en un llamado a la solidaridad y al respeto mutuo entre naciones. El Gobierno de México, bajo la dirección de López Obrador, se mantiene firme en su postura de no tolerancia frente a la violación de sus espacios diplomáticos y la agresión hacia su personal, marcando un precedente en su política exterior y en la defensa de sus derechos internacionales.