El INE Garantiza Equidad en el Primer Debate Presidencial Pese a Fallas Técnicas
En el contexto del primer debate presidencial que tuvo lugar recientemente, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha salido al paso de las controversias suscitadas por fallas técnicas en la visualización del cronómetro, asegurando que estos inconvenientes no resultaron en una afectación significativa en la distribución de tiempos entre los candidatos a la presidencia de la República. A pesar de las dificultades técnicas admitidas, el órgano electoral destacó su rápida intervención para corregir los problemas y restituir los segundos que no fueron visualizados por los aspirantes.
Las quejas de los candidatos no se hicieron esperar durante el desarrollo del debate. Sin embargo, el INE ha realizado una medición preliminar de los tiempos de intervención, resultando en una distribución casi equitativa: Claudia Sheinbaum con 25 minutos y 8 segundos, Jorge Álvarez Máynez con 25 minutos y 4 segundos, y Xóchitl Gálvez con 25 minutos y 3 segundos. Esta meticulosa contabilización refleja el compromiso del INE con la equidad y transparencia del proceso electoral.
Los incidentes se centraron en dos momentos clave del debate: la primera falla en la bolsa de tiempo inicial y un segundo error en la visualización de los cronómetros en las pantallas de la sala. A pesar de estos contratiempos, el INE subrayó que el cronometraje de los tiempos fue preciso y que se tomaron medidas correctivas inmediatas para asegurar la justa participación de todos los candidatos.
La respuesta del INE a las quejas ha sido clara: si bien se reconoce la afectación a la visualización del tiempo, se garantiza que el conteo de los tiempos de intervención fue exacto y que se respetaron los tiempos asignados a cada candidatura. La Oficialía Electoral del INE, encargada de dar fe de cada etapa en la organización del debate, asegura que no se puso a ningún candidato en desventaja.
La controversia también se extendió al formato del debate, especialmente por parte de Xóchitl Gálvez, quien propuso la inclusión de un segmento de “cara a cara” entre los candidatos. Esta sugerencia subraya la búsqueda de dinámicas que permitan un intercambio más directo y enfocado entre los aspirantes a la presidencia.
En este contexto de alta competitividad y atención mediática, el INE reafirma su compromiso con la conducción de un proceso electoral equitativo y transparente, en el que todos los candidatos tengan las mismas oportunidades de exponer sus propuestas a la ciudadanía. Este primer debate presidencial, a pesar de los desafíos técnicos, representa un paso crucial en la construcción de una democracia sólida y participativa en México.