México Avanza hacia la Autosuficiencia Energética
En un movimiento estratégico hacia la autosuficiencia energética, México se prepara para reducir significativamente la exportación de petróleo, priorizando la producción nacional de combustibles, confirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde Palacio Nacional, el mandatario aseguró que esta medida cobrará fuerza con la plena operación de la Refinería Olmeca, la cual, para mayo o junio, se espera procese 340 mil barriles diarios, marcando así el fin de su exportación.
Esta estrategia, lejos de implicar una reducción en la producción petrolera, la cual se mantiene firme en 1 millón 850 mil barriles diarios, representa un rechazo a las promesas no cumplidas de la reforma energética previa. El presidente destacó que, contrario a lo prometido por el sexenio de Enrique Peña Nieto, la inversión privada en el sector ha sido mínima, con apenas 40 mil barriles diarios producidos por particulares de los 110 contratos y concesiones otorgados, de los cuales solo tres están en producción.
El plan energético del gobierno de López Obrador contempla incrementar la producción interna de gasolina, diésel y turbosina, proyectando alcanzar un millón 46 mil barriles diarios en 2024, escalando hasta el millón 396 mil para 2026. Este aumento se sustentará en la total capacidad de refinación del crudo producido en el país, cumpliendo con la visión de no vender el petróleo crudo para su procesamiento externo, política que ha comparado con el acto de “vender naranjas y comprar jugo de naranja”.
Desde la llegada de la actual administración, la producción de combustibles en México ha visto un incremento significativo, pasando de 453 mil barriles diarios en diciembre de 2018 a un millón 160 mil en marzo de 2024. Este enfoque ha permitido que cerca del 75% de los ingresos de Pemex provengan ahora del mercado interno, fortaleciendo la economía nacional y reduciendo la dependencia de la exportación de crudo.
La decisión de redirigir el crudo hacia la producción nacional de combustibles es una clara apuesta por la autosuficiencia energética. Con ella, el gobierno de México no solo busca garantizar el abastecimiento interno sino también corregir lo que considera han sido décadas de políticas energéticas erróneas, marcadas por promesas vacías y una excesiva dependencia del mercado exterior. Este cambio de rumbo, según López Obrador, reafirma el compromiso de su administración con el fortalecimiento económico y energético del país, sentando las bases para un futuro más sustentable y autónomo.