México Celebra la Continuación de la Suspensión de la Ley SB4 de Texas
En un momento crucial para las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos, las autoridades mexicanas han expresado su satisfacción tras la última audiencia en la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito en Nueva Orleans, donde se debatió el futuro de la controvertida ley antiinmigrante SB4 de Texas. La ley, calificada por muchos como xenófoba, permanecerá suspendida mientras la justicia estadounidense determina su compatibilidad con la Constitución de Estados Unidos.
La Canciller mexicana, Alicia Bárcena, aprovechó la ocasión para reafirmar el compromiso de México con la defensa de los derechos de sus ciudadanos en el extranjero, enfatizando el importante aporte económico y laboral que los migrantes mexicanos ofrecen a la economía estadounidense, particularmente en el sector agrícola. Bárcena destacó en redes sociales la importancia de esta decisión, asegurando que los migrantes no están solos y subrayando su contribución de 324 mil millones de dólares anuales a dicha economía.
Roberto Velasco, Jefe para América del Norte de la Cancillería, señaló que la postura de México, preocupada por el impacto discriminatorio y las posibles consecuencias negativas de la SB4 para la comunidad mexicana y latina en general, tuvo peso durante la audiencia. Esta preocupación se materializó a través de un escrito “amigo de la corte” (amicus curiae), en el cual el gobierno mexicano expuso los potenciales efectos adversos de la ley, incluyendo el acoso, la detención, la expulsión y la criminalización indebida de ciudadanos mexicanos y personas de apariencia latina.
La persistente suspensión de la SB4 es vista como un alivio temporal para muchos, mientras se aguarda una decisión definitiva sobre su constitucionalidad. México ha hecho un llamado para que se mantenga esta suspensión, argumentando que la entrada en vigor de la ley no solo afectaría negativamente a sus nacionales, sino que también podría tener implicaciones serias en las relaciones bilaterales con Estados Unidos.
Esta situación subraya la importancia de la diplomacia y el diálogo en la gestión de las complejas dinámicas de inmigración entre México y Estados Unidos, y refleja el compromiso de México de defender los derechos e intereses de su diáspora, reiterando su postura contra políticas que perciben como discriminatorias y perjudiciales para la comunidad mexicana y latina en los Estados Unidos.