Zacatecas Ante el Desafío de la Sequía: Un Llamado a la Resiliencia y la Innovación
En el vasto y semiárido paisaje de Zacatecas, la sequía se ha convertido en una constante preocupación para el sector agropecuario, marcando la vida y el trabajo de quienes se dedican a cultivar la tierra y criar ganado. José María Llamas Caballero, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Agropecuario (SADER) en Zacatecas, ha puesto de relieve esta situación, señalando que, a lo largo de los últimos 50 años, las condiciones de sequía han sido la norma, con sólo esporádicas excepciones de lluvias abundantes.
La estadística no miente: en medio siglo, el 74% del tiempo, las precipitaciones han oscilado entre los 200 y 400 milímetros anuales, un rango insuficiente para sostener una agricultura robusta. Esta realidad pone en jaque a la región, cuya economía y subsistencia dependen en gran medida de la actividad agrícola y ganadera.
Las implicaciones de esta sequía persistente son profundas, afectando a aproximadamente 150 mil hectáreas de cultivos de riego, dedicados principalmente a hortalizas, y más dramáticamente, a un millón 100 mil hectáreas de siembra de temporal, donde predomina el cultivo de granos. La escasez de agua no sólo compromete la producción actual sino que plantea serios desafíos para el futuro inmediato y a largo plazo de la agricultura en la región.
Héctor Gutiérrez Bañuelos, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, advierte que la sequía, lejos de ser un fenómeno pasajero, se presenta como un desafío continuo, cuyas dimensiones no siempre son previsibles. La situación del año 2023, donde se perdieron decenas de miles de hectáreas de cultivos, es un recordatorio sombrío de la vulnerabilidad del sector ante este fenómeno climático.
Ante este escenario, Francisco Echavarría Cháirez, del INIFAP, resalta la importancia de replantear y fortalecer las políticas públicas en el ámbito agropecuario, enfocándose en la optimización del uso del agua a través de la tecnología y la innovación. La necesidad de una gestión hídrica más eficiente y sostenible se hace evidente, especialmente en un estado donde el agua dulce es un recurso cada vez más escaso y valioso.
La solución no radica únicamente en la adopción de nuevas tecnologías, sino también en la necesidad de una mayor integración de información y en la adaptación a las condiciones climáticas adversas. La concientización sobre el uso limitado del agua es crucial, así como el desarrollo de prácticas agrícolas que mejoren la retención de humedad en el suelo y optimicen el consumo de agua.
Zacatecas se enfrenta a un momento crítico en el que la colaboración entre el gobierno, los investigadores y los productores agrícolas y ganaderos es fundamental para superar los retos impuestos por la sequía. La adaptación a este entorno semiárido no sólo es posible, sino imperativa, para asegurar el futuro de la agricultura en el estado y proteger el sustento de miles de familias zacatecanas. La innovación, la resiliencia y la gestión sostenible del agua se perfilan como las claves para transformar la adversidad en oportunidad, marcando el camino hacia un futuro más próspero y sostenible para Zacatecas.