Compromiso y Prudencia: La Nueva Ruta Económica para México

En un esfuerzo por consolidar un futuro sostenible para México, la siguiente administración gubernamental ha delineado una estrategia económica que refleja un compromiso inquebrantable con el bienestar social, al tiempo que enfatiza la importancia de la responsabilidad fiscal. En el corazón de esta estrategia, se encuentra la asignación de un billón 252 mil 168.1 millones de pesos a los programas prioritarios, representando una quinta parte del gasto programable y el 14.5% del total, excluyendo cargas financieras obligatorias. Esta decisión, contenida en los Precriterios 2025, es un claro indicativo de la determinación del gobierno para priorizar el desarrollo social sin comprometer la estabilidad económica del país.

Consciente de los retos que implica manejar un déficit público de 5.9% del PIB, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha proyectado un ajuste en el gasto público, reduciéndolo de 9 billones 143 mil 347.3 millones a 8 billones 663 mil 697.1 millones de pesos. Esta medida es parte de un esfuerzo concertado para rebajar el déficit al 3% del PIB, marcando un hito en la gestión fiscal responsable que caracterizará al próximo gobierno. A pesar de estos recortes, el gobierno ha logrado asegurar los recursos necesarios para sus iniciativas más críticas, subrayando una gestión eficiente del gasto público.

Los programas prioritarios de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, que han sido clasificados como esenciales para el desarrollo del país, recibirán una considerable inyección de recursos. Entre ellos, la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, Atención a la salud y medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social laboral, y el Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, se destacan por su impacto directo en la calidad de vida de los mexicanos. Estos programas absorberán el 10.6% del gasto programable, asegurando que, a pesar de las restricciones presupuestarias, las necesidades más apremiantes de la población no queden desatendidas.

Es importante destacar que, en un contexto de inflación y fluctuaciones económicas, ninguno de los 71 programas considerados prioritarios reflejará un incremento real en su financiamiento respecto al año anterior. Esta decisión subraya la cautela con la que el gobierno aborda la gestión del erario, priorizando la sustentabilidad financiera sin perder de vista las necesidades inmediatas de la sociedad.

La preparación del paquete económico 2025, que deberá ser entregado al Congreso a más tardar el 8 de septiembre, representa una oportunidad única para que el gobierno electo demuestre su compromiso con el desarrollo sostenible y la justicia social. La colaboración entre la administración saliente y la entrante asegurará una transición suave que sienta las bases para un México más próspero y equitativo. Este proceso de planificación económica no solo refleja la responsabilidad fiscal del gobierno, sino también su dedicación inquebrantable a mejorar la vida de todos los mexicanos, demostrando que es posible caminar hacia el futuro con prudencia sin sacrificar el compromiso social.