Soberanía Energética: La Meta de la Reforma

En un movimiento histórico hacia la consolidación de la soberanía energética de México, el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, ha delineado los contornos de la nueva iniciativa de reforma energética que promete transformar el panorama energético del país. Durante la reciente conferencia presidencial, Bartlett explicó que el corazón de esta reforma radica en garantizar el suministro eléctrico a precios accesibles para toda la población, un derecho fundamental que se busca preservar al reivindicar el papel de la CFE como empresa pública estratégica, alejada de las dinámicas de mercado que caracterizan a los monopolios privados.

La propuesta de reforma, que contempla modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, busca llenar un vacío legal existente que no define adecuadamente la planeación y los objetivos de la CFE. Bartlett subrayó la importancia de incorporar a la Constitución el mandato de que la planeación energética del país debe enfocarse en preservar la seguridad y autosuficiencia energética, proveer electricidad al menor costo posible evitando el lucro, y garantizar la soberanía nacional.

Rememorando la nacionalización de la energía eléctrica por Adolfo López Mateos, Bartlett recordó cómo desde entonces se reconoció que la generación eléctrica no podía dejarse en manos del mercado, dada su importancia estratégica para el desarrollo nacional y la necesidad de garantizar acceso universal a precios justos. La iniciativa de reforma reafirma este principio, declarando que la planeación y control del sistema eléctrico por parte del Estado, a través de la CFE, no deben ser vistos como monopolios, sino como funciones estratégicas exclusivas del Estado.

En su discurso, Bartlett también enfatizó la importancia de considerar el servicio de internet como un servicio público estratégico, gestionado por el Estado para garantizar el acceso universal, especialmente para aquellos segmentos de la población que podrían quedar excluidos por razones económicas. La reforma propone un nuevo criterio constitucional para asegurar este acceso, reflejando la comprensión de que el internet es fundamental en el mundo contemporáneo.

Finalmente, la iniciativa busca eliminar el concepto de “empresa productiva del estado”, una nomenclatura surgida de recomendaciones de organismos financieros internacionales que, según Bartlett, desnaturaliza la función social del Estado en el suministro de energía eléctrica. En su lugar, se promueve el fortalecimiento de la CFE como una empresa pública cuya misión trasciende la mera generación de utilidades, centrándose en el bienestar social y la independencia energética de México.

Este enfoque revitalizado hacia la gestión energética del país representa un paso audaz hacia la reafirmación de la soberanía nacional, asegurando que la energía eléctrica, un recurso tan vital, permanezca en manos de los mexicanos, para los mexicanos. La reforma propuesta por Bartlett y el gobierno actual no solo busca cerrar brechas legales sino también reorientar el sector energético hacia un futuro más justo, sostenible y soberano.