Descuido y Transgresión: La Infracción de Xóchitl Gálvez a los Derechos de la Niñez

En un reciente fallo emitido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se ha puesto en evidencia una grave transgresión por parte de Xóchitl Gálvez, precandidata presidencial del PRI, PAN y PRD. La senadora panista con licencia ha sido señalada por vulnerar el interés superior de la niñez al publicar propaganda que incluía menores de edad. Esta decisión del TEPJF no solo resalta la falta de sensibilidad hacia los derechos de los más vulnerables, sino que también revela una actitud imprudente y descuidada de parte de una figura política que aspira a representar a la nación.

El uso de menores en propaganda política es un tema delicado y altamente regulado, precisamente para proteger a los niños y niñas de ser instrumentalizados en juegos de poder y retórica política. La decisión de Gálvez de incorporar a menores en su campaña evidencia una falta de juicio crítico y una negligencia hacia las directrices que salvaguardan los derechos de la niñez. Esta acción no solo representa una infracción legal, sino que también pone en cuestión la ética y la moralidad de las decisiones tomadas por la precandidata.

Además, la insistencia de Gálvez en impugnar las sanciones previas, en lugar de asumir responsabilidad y rectificar su error, refleja un patrón preocupante de evasión de responsabilidades y falta de transparencia. En un entorno político donde la confianza y la integridad son fundamentales, tales actitudes no deben ser toleradas, especialmente por alguien que aspira a un cargo tan significativo como la presidencia de México.

La Sala Especializada del TEPJF, en su análisis exhaustivo, ha dictaminado con claridad la obligación de la recurrente de observar los lineamientos para la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes en materia polít

ico-electoral. Este dictamen no solo sanciona un acto en particular, sino que también establece un precedente importante sobre la seriedad con que se deben tratar los derechos de los menores en el ámbito político. Es un recordatorio crucial para todos los actores políticos sobre la importancia de respetar y proteger a los más vulnerables en nuestra sociedad.

La revisión de las sanciones y la consideración de Gálvez no solo como legisladora, sino como aspirante a la dirigencia del Frente Amplio por México, resalta la necesidad de evaluar a los políticos no solo por su posición actual, sino también por sus aspiraciones y acciones futuras. Esto es especialmente relevante en un contexto donde las figuras públicas deben ser ejemplos de integridad y respeto a la ley.

La decisión de la Sala Superior de ordenar un análisis sobre la responsabilidad de los partidos PAN, PRI y PRD en la difusión de esta propaganda inapropiada es igualmente significativa. No se trata solo de la responsabilidad individual de Gálvez, sino también de la responsabilidad colectiva de los partidos políticos en asegurar que sus representantes y sus mensajes cumplan con las normativas y respeten los derechos fundamentales. El no deslindarse y permitir la difusión de este mensaje por parte de los partidos involucrados refleja una falta de control y supervisión que debe ser cuestionada y rectificada.

Este incidente es un claro ejemplo de cómo la falta de atención a los detalles y la omisión de la ética pueden llevar a violaciones serias de derechos fundamentales. En un momento en que México está luchando por reafirmar sus valores democráticos y su compromiso con los derechos humanos, es imperativo que sus líderes y representantes políticos muestren un ejemplo claro de respeto y adherencia a estos principios.

El caso de Xóchitl Gálvez y su uso indebido de menores en la propaganda política es un recordatorio de la importancia de la vigilancia constante y la responsabilidad en la política. Refleja la necesidad de un liderazgo ético y consciente, comprometido con el respeto a los derechos y la protección de los más vulnerables. En la búsqueda de una sociedad más justa y equitativa, México merece líderes que encarnen estos valores y los defiendan sin descanso.