Expectativa y Prudencia ante Datos de Inflación en México y EE.UU.
En el panorama económico, el peso mexicano experimentó una ligera depreciación del 0.19% al inicio de esta semana, cotizándose alrededor de 16.8969 unidades por dólar. Este ajuste refleja la cautela de los mercados ante la próxima divulgación de importantes datos de inflación tanto en México como en Estados Unidos. Janneth Quiroz, destacada directora de análisis económico, bursátil y tipo de cambio de Monex, subraya que el foco de atención se centra en cómo la inflación se está desacelerando y aproximándose a los objetivos del banco central, un tema que, según Bloomberg Economics, seguirá siendo clave para los mercados durante este año.
Mientras tanto, el dólar muestra una estabilidad relativa, con una mínima caída del 0.01%, operando en 102.132 unidades según el índice DXY. Este comportamiento refleja la incertidumbre en los mercados internacionales, que aguardan con interés la publicación de los datos de inflación en varias economías clave, incluyendo México, China, Japón y Estados Unidos. El dato más anticipado es, sin duda, el de Estados Unidos, cuya revelación podría confirmar un repunte en los precios, continuando la tendencia observada en el IPC adelantado de la eurozona.
Los analistas proyectan un aumento en el índice de precios al consumidor (IPC) de Estados Unidos del 3.2%, ligeramente superior al 3.1% del mes anterior. En México, se anticipa una inflación cercana al 4.6% anual, mostrando una desaceleración respecto al 7.0% del año anterior, aunque representa una pausa en la tendencia descendente general. Sin embargo, la inflación subyacente en México, un indicador crucial del comportamiento a mediano y largo plazo, sigue mostrando una tendencia a la baja. No obstante, la persistente inflación en servicios sigue preocupando a los expertos.
Por otro lado, los precios del petróleo presentan una disminución significativa. El crudo WTI experimenta una caída del 3.86%, cotizándose en torno a los 70.93 dólares por barril, mientras que el Brent desciende un 3.50%, situándose en 75.98 dólares por barril. Esta tendencia a la baja se debe, en parte, a la decisión de Arabia Saudita de reducir los precios del crudo para febrero, así como a la creciente oferta de petróleo de la OPEP y otros productores, lo que sugiere un posible superávit en el mercado.
Finalmente, los mercados accionarios en Estados Unidos muestran una apertura mixta, influenciados por la reciente prohibición del FAA de volar aviones Boeing 737 Max9 debido a problemas en el fuselaje, y en espera de datos que podrían influir en las futuras decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos. La situación actual de los mercados refleja un equilibrio entre la anticipación y la prudencia, mientras los inversores y analistas esperan señales claras sobre el rumbo de la economía global.