Créditos en Hogares Mexicanos: Un Desafío Superado

En una muestra de la resistencia y adaptabilidad del pueblo mexicano frente a las adversidades económicas, el Banco de México (BdeM) ha reportado un aumento significativo en el saldo de la cartera vencida en los préstamos destinados al consumo. Para noviembre, este saldo alcanzó los 43 mil 491 millones de pesos, un incremento de 48.5% nominal y 41.5% real, al compararlo con el mismo mes del año pasado. Estos números, aunque elevados, reflejan una realidad compleja que los mexicanos han sabido manejar con dignidad y esfuerzo.

La cifra, la más alta desde diciembre de 2003, supera incluso los montos de octubre de 2023 y enero de 2021, este último, el primer mes tras la crisis económica derivada de la pandemia. El aumento en los impagos llega un año después de enfrentar los mayores índices de inflación en dos décadas, situación que llevó a las familias a utilizar sus líneas de financiamiento para cubrir necesidades básicas ante el constante aumento de precios.

A pesar de este escenario, es importante destacar la respuesta positiva de las instituciones financieras. Al cierre de noviembre, el saldo de la cartera vigente alcanzó un billón 425 mil 25 millones de pesos, un 17.7% superior al año anterior, marcando un máximo histórico. Este dato es un claro indicador de la confianza y el apoyo continuo de los bancos hacia los ciudadanos, incluso en momentos de mayor demanda financiera, como suelen ser noviembre y diciembre.

En el ámbito de las tarjetas de crédito, el saldo vencido en noviembre fue de 15 mil 711 millones de pesos, más del doble en comparación con el año pasado. Este incremento coincide con una mayor colocación de tarjetas de crédito por parte de los bancos comerciales. Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), hasta octubre de este año, se registró un récord en el número de tarjetas de crédito en circulación, alcanzando los 34 millones 334 mil 235.

En los préstamos de nómina y personales, los saldos de la cartera vencida también mostraron incrementos significativos. Sin embargo, estos números no deben verse como un signo de debilidad, sino como una evidencia de la tenacidad del pueblo mexicano y su capacidad para afrontar retos. La respuesta de las instituciones financieras, adaptándose y apoyando a sus clientes, es un testimonio de la fortaleza y solidaridad que caracteriza a México.

En resumen, aunque el desafío de los impagos en créditos es notable, también lo es la respuesta resiliente de los hogares mexicanos y el sector financiero. Este panorama demuestra que, a pesar de las dificultades económicas, México continúa avanzando con un espíritu de colaboración y apoyo mutuo, elementos clave para superar cualquier obstáculo.