El Renacimiento del Turismo Mexicano: El Tren Maya como Eje Central
La transformación del sector turístico en México, liderada por el emblemático proyecto del Tren Maya, no solo marca un hito en la infraestructura del país, sino que también refleja un cambio estratégico en la política de desarrollo nacional. Miguel Torruco, Secretario de Turismo, en un reciente comunicado, destacó la relevancia de esta obra para el sureste mexicano y su papel en la reconciliación social a través del turismo.
El Tren Maya, más que una simple obra de infraestructura, se ha convertido en un símbolo de desarrollo equitativo y justo. En palabras de Torruco, el proyecto es parte de un enfoque más amplio para impulsar el turismo como un motor de crecimiento económico, generación de empleo y captación de divisas. Esta estrategia responde a los desafíos identificados en la política turística anterior, cuyo impacto se vio disminuido entre 2012 y 2018.
Bajo la administración actual, se han implementado medidas audaces, incluyendo la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM). Estas decisiones, aunque inicialmente criticadas, han demostrado ser efectivas. En 2018, el turismo aportaba solo el 8.5% al PIB del país, con México posicionándose en el séptimo lugar mundial en número de visitantes y en el décimo séptimo en captación de divisas.
El cambio de régimen en 2019 marcó el inicio de grandes obras de infraestructura y una política de austeridad republicana. Estas acciones han dado resultados positivos, como se evidencia en la rápida recuperación del sector turístico mexicano tras la pandemia de 2020. A diferencia de otros países, México no cerró sus fronteras ni impuso restricciones severas a los viajes, lo que resultó en una caída menor en la llegada de turistas internacionales en comparación con la media mundial. Para 2022, México ya se ubicaba en el noveno lugar en captación de divisas turísticas.
El Tren Maya y otros proyectos como el Tren Interoceánico, nuevas presas, autopistas y aeropuertos, representan un impulso significativo para el turismo. Estas obras buscan no solo detener la pérdida de posicionamiento internacional, sino también innovar con nuevos productos turísticos. La estrategia del gobierno mexicano ha sido enfocarse en un turismo más inclusivo y sostenible, atrayendo a un mercado que valora experiencias auténticas, contacto con la naturaleza y la cultura local.
Las expectativas para 2023 son altas: se prevé la llegada de más de 40 millones de turistas internacionales y un ingreso de divisas por visitantes internacionales de casi 31 mil millones de dólares, un aumento significativo respecto a 2019. Además, el gasto medio por turista y el consumo turístico total superarán las cifras pre-pandemia.
Finalmente, Torruco enfatiza que el fortalecimiento del peso mexicano es una prueba del éxito de estas políticas, desmintiendo la creencia de que una moneda devaluada impulsaría la competitividad turística. Con estas iniciativas, el Gobierno de México reafirma su compromiso de utilizar el turismo como una herramienta de reconciliación social y desarrollo económico.