Familias en Busca de Justicia Tras el Huracán Otis
La tragedia del huracán Otis, que azotó la bahía de Acapulco el pasado 25 de octubre, ha dejado un rastro de dolor y desesperación entre las familias de los marineros desaparecidos. En un clamor unificado por respuestas y acciones concretas, los familiares y amigos de estos marineros tomaron una postura firme ayer, manifestándose en la costera Miguel Alemán y bloqueando temporalmente la Base Naval de Icacos. Esta acción simboliza la urgencia de su demanda por una mayor intervención de las autoridades en todos los niveles de gobierno y la necesidad de ayuda especializada en rescates acuáticos.
Reyna Sarabia Delgado, una de las manifestantes, compartió la angustia de su búsqueda por tres familiares a bordo del yate “Rose Mary Cristine”. Entre ellos, María Hilario Delgado Valdovinos, el joven Luis Sebastián Herrera Delgado y Luis Alberto López Sarabia. La desesperación de Sarabia Delgado es un eco del sentimiento de incertidumbre y frustración que embarga a las familias, quienes desconocen la estrategia de búsqueda y localización de los marineros desaparecidos.
Aunque la Secretaría de Marina y la Fiscalía General del Estado están activamente involucradas, las familias creen que es imprescindible contar con más personal especializado en buceo acuático. La falta de noticias concretas sobre los desaparecidos, estimados entre 22 y 30, pero posiblemente más de 60, según los familiares, solo agrava la situación. En muchos casos, la tripulación de seis integrantes por navío se traduce en una sola denuncia por embarcación, lo que podría estar subestimando la magnitud del desastre.
Saúl Parra Morales, otro afectado, busca incansablemente al ingeniero maquinista Fernando Parra Morales, tripulante del yate “Litos”. A pesar de que la embarcación fue localizada cerca de la isla de la Roqueta, no se han encontrado rastros de los tripulantes ni de los equipos de seguridad.
En un contexto paralelo, pero igualmente afectado por el huracán Otis, los técnicos docentes del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (Ieejag) enfrentan un escenario desolador. Adán López Guillermo, vocero y técnico docente del instituto, ha señalado la imposibilidad de retomar actividades educativas hasta enero de 2024 debido a las severas afectaciones en las instalaciones. Este retraso afecta no solo a los estudiantes, sino también al personal educativo que depende de estas instalaciones para desempeñar su labor.
La situación en Acapulco tras el paso del huracán Otis refleja un escenario de crisis humanitaria y educativa. La comunidad afectada espera una respuesta más efectiva y coordinada de las autoridades para enfrentar las consecuencias de esta catástrofe natural. La solidaridad y la acción inmediata son imperativas para aliviar el sufrimiento de las familias de los marineros desaparecidos y para asegurar la continuidad de la educación en la región.