Gobierno de México Declara Guerra al Contrabando de Combustibles: Restringen Importaciones para Salvaguardar la Economía Nacional

En un esfuerzo por combatir el mercado ilícito de combustibles y el contrabando que ha costado al fisco federal más de 64 mil millones de pesos en pérdidas durante el año 2021, el Gobierno Federal ha anunciado medidas drásticas para restringir temporalmente la importación de ceras, turbosina, aceites y otros aditivos y combustibles. La Secretaría de Energía (Sener) ha publicado un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) que establece la necesidad de obtener un permiso de la dependencia y acreditar el destino legal de estos insumos.

A partir de hoy, 24 de octubre, entran en vigor las restricciones a la importación, que incluyen la creación de “aduanas específicas” designadas por la Sener para la entrada de las mercancías afectadas. Además, todas las áreas gubernamentales con jurisdicción en la materia deben intensificar las inspecciones y verificaciones en instalaciones de trasvase, terminales intermodales, almacenamiento y cualquier medio de transporte relacionado con aceites y combustibles.

El decreto también subraya que el abasto de combustibles, aceites, aditivos y otras mercancías reguladas por la Sener será garantizado por el Ejecutivo Federal, a través del sector centralizado, paraestatal y las Empresas Productivas del Estado, quienes deberán coordinarse en la lucha contra esta problemática de interés nacional.

La magnitud del problema es alarmante, ya que durante el año pasado, se registró la importación ilegal de más de 47 millones de barriles de combustibles, lo que generó pérdidas significativas para las arcas del Gobierno Federal. Además, según análisis de empresas privadas especializadas en el sector petrolífero, hasta el 80 por ciento de las gasolinas en el país son adulteradas.

En investigaciones realizadas en aduanas selectas, se descubrió que solo el 25 por ciento de las mercancías declaradas correspondían a gasolina y diésel legales, mientras que el 75 por ciento restante consistía en productos cuyos volúmenes de importación no tenían justificación válida.

El delito en cuestión involucra la importación de mercancías que son declaradas bajo una fracción arancelaria incorrecta, así como la introducción de insumos sin los permisos pertinentes y la evasión del pago de impuestos. Esto, a su vez, conduce a prácticas fraudulentas como la falsificación de facturas, pedimentos, cartas porte, certificados de origen y calidad, además del robo de combustibles y la evasión fiscal.

“Una vez que se importa una mercancía de menor costo en relación con un petrolífero terminado que cumple con las normativas, se procede a su mezclado en diversas instalaciones, lo que altera o adultera la composición de los petrolíferos e hidrocarburos respecto a su especificación autorizada. Esto se hace con el objetivo de obtener mayores ganancias o beneficios económicos, en detrimento de quienes llevan a cabo actividades lícitas, de los consumidores y de la Hacienda Pública”, afirmó un portavoz del Gobierno Federal.

Estas medidas se presentan como un paso significativo en la lucha contra el contrabando y el mercado negro de combustibles en México. Se espera que ayuden a proteger tanto la economía nacional como a los consumidores, al tiempo que garantizan un suministro seguro y confiable de combustibles y productos relacionados.

El Gobierno Federal ha dejado claro que estas restricciones temporales no buscan obstaculizar las actividades comerciales legítimas, sino más bien erradicar las prácticas ilegales que han plagado la industria de los combustibles durante años. Para obtener un permiso de importación, las empresas deberán cumplir con los requisitos establecidos por la Sener y demostrar que sus operaciones son legales y transparentes.

Las reacciones ante esta medida han sido mixtas. Por un lado, los defensores de la legalidad y la equidad en el mercado aplauden las acciones del Gobierno Federal para combatir el contrabando y las prácticas ilegales en la industria de los combustibles. Argumentan que estas medidas contribuirán a nivelar el campo de juego para las empresas que operan de manera ética y cumplen con todas las regulaciones vigentes.

Sin embargo, algunos sectores empresariales han expresado preocupaciones sobre el impacto que estas restricciones podrían tener en la cadena de suministro y los costos asociados con la importación de combustibles y productos relacionados. Temen que las regulaciones adicionales puedan generar retrasos y aumentar los precios al consumidor final.

En respuesta a estas preocupaciones, el Gobierno Federal ha prometido trabajar estrechamente con las empresas afectadas para minimizar cualquier interrupción en la cadena de suministro y abordar las preocupaciones sobre los costos. Se espera que se establezca un diálogo constructivo entre el sector privado y el gobierno para garantizar que estas medidas sean efectivas y justas para todas las partes involucradas.

El contrabando y el mercado negro de combustibles han sido una preocupación persistente en México durante años, y el Gobierno Federal ha tomado medidas decisivas para abordar este problema en beneficio de la economía y la sociedad en general. Se espera que estas restricciones temporales en la importación de combustibles sean un paso crucial hacia la erradicación de estas prácticas ilegales y la protección de los intereses nacionales.

La industria petrolera en México se encuentra en un punto crítico, donde la necesidad de combatir el contrabando y el mercado negro es esencial para garantizar la estabilidad económica y la seguridad energética del país. La implementación de estas restricciones temporales es un indicio de la determinación del Gobierno Federal para enfrentar este desafío de frente y construir un futuro más justo y próspero para todos los mexicanos.

Es importante destacar que estas medidas no afectarán el suministro nacional de combustibles ni la capacidad de las empresas para operar legalmente en el país. Por el contrario, se espera que contribuyan a fortalecer la integridad y la transparencia en la industria de los combustibles, lo que beneficiará a largo plazo a la economía y a los ciudadanos de México.