Tarifas Aeroportuarias en México: ¿Un Golpe Mortal al Turismo?

El presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), Braulio Arsuaga, expresó su preocupación por las recientes tarifas propuestas a los grupos aeroportuarios en México, argumentando que estas medidas podrían impactar negativamente en la rentabilidad de las empresas turísticas a largo plazo. Las declaraciones de Arsuaga se produjeron después de que los diputados introdujeran un nuevo artículo en la Ley Federal de Derechos 2024, que busca que los concesionarios del sector aéreo paguen el 9 por ciento anual de sus ingresos brutos para financiar el sistema aeroportuario administrado por el Ejército.

En una conferencia de prensa realizada en la sede del CNET, Braulio Arsuaga afirmó que el sector turístico tiene una visión a largo plazo en la que se proyectan ingresos para llevar a cabo expansiones y mejoras. Sin embargo, las nuevas tarifas propuestas, que canalizarían los ingresos hacia la defensa y la marina, están generando inquietudes significativas entre las subindustrias del turismo.

“Los negocios son a largo plazo, en donde se tiene una proyección de ingresos para ver la expansión que se requiere…. Los ingresos irían a la defensa y a la marina, y son temas que sí nos preocupan y nos ocupan, porque los márgenes se degradan, estamos siendo menos rentables las subindustrias del turismo derivado de más costos”, expresó Arsuaga ante los medios de comunicación.

La propuesta legislativa busca establecer un nuevo fideicomiso con los recursos recaudados de los grupos aeroportuarios para financiar el sistema aeroportuario que está bajo la administración del Ejército mexicano. Esto podría implicar un aumento sustancial en los costos operativos para las aerolíneas y, por ende, para el sector turístico en su conjunto.

Según Arsuaga, los hoteles ya han enfrentado desafíos significativos para mantener sus tarifas competitivas debido a los crecientes costos operativos. Además, las autoridades están considerando reducir las jornadas laborales de los trabajadores de la industria turística, mientras que los salarios mínimos han experimentado un aumento del 20 por ciento en los últimos años. También se ha planteado la posibilidad de un incremento en los aguinaldos, lo que agrega presión adicional a las empresas del sector.

“Las medidas tendrían un impacto enorme en los servicios de un hotel y no podemos trasladar los precios al consumidor final… Somos menos rentables”, enfatizó el directivo del CNET, quien también se desempeña como director general de Grupo Presidente, una empresa líder en el sector hotelero.

En respuesta a las preocupaciones expresadas por el sector turístico, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) emitieron un comunicado conjunto en el que destacaron que el aumento en las contribuciones de los grupos aeroportuarios Sureste (ASUR), del Pacífico (GAP) y Centro Norte (OMA) del 5 al 9 por ciento de sus ingresos brutos fue acordado con los concesionarios como parte de una negociación más amplia que también incluyó ajustes en las tarifas aeroportuarias.

Sin embargo, el director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur), Francisco Madrid, expresó su preocupación por la decisión del gobierno y su impacto potencial en la planificación a largo plazo de las empresas turísticas.

“Todos queremos pagar menos por los boletos de avión, pero el costo de tener peores servicios puede ser más malo. Los grupos aeroportuarios hacen planes a largo plazo, invierten bajo una planeación quinquenal y esos planes que hoy se presentan se ponen entre dicho con un cambio en estas premisas. Sería interesante ver una caída en las tarifas del Aeropuerto de la Ciudad de México, que en relación al precio y la calidad sería una importante distorsión”, argumentó Madrid.

El debate en torno a estas tarifas aeroportuarias ha generado una serie de opiniones encontradas en el sector turístico y económico del país. Mientras algunos argumentan que es necesario financiar adecuadamente el sistema aeroportuario para garantizar su eficiencia y seguridad, otros temen que el aumento en los costos operativos pueda afectar la competitividad de México como destino turístico.

El sector turístico ha sido históricamente un motor importante de la economía mexicana, atrayendo a millones de visitantes nacionales e internacionales cada año. La pandemia de COVID-19 ya había ejercido una presión significativa sobre esta industria, con cierres temporales y restricciones de viaje que afectaron a hoteles, restaurantes, agencias de viaje y otros negocios relacionados con el turismo.

Braulio Arsuaga enfatizó la necesidad de buscar un equilibrio entre la inversión en defensa y la sostenibilidad de la industria turística. “Entendemos la importancia de la seguridad y la defensa, pero también es esencial asegurarse de que el turismo siga siendo una fuente de empleo y crecimiento económico para México”, declaró.

El presidente del CNET también instó a las autoridades a considerar alternativas que no afecten gravemente la rentabilidad de las empresas turísticas y que permitan la recuperación gradual de la industria después de los desafíos derivados de la pandemia.

El debate sobre las tarifas aeroportuarias y su impacto en el sector turístico seguramente continuará en los próximos meses, ya que las partes involucradas buscan encontrar soluciones que equilibren las necesidades de financiamiento del sistema aeroportuario con la viabilidad económica de la industria turística en México. En un momento en el que la recuperación económica es crucial, las decisiones relacionadas con los impuestos y las tarifas juegan un papel fundamental en el futuro del país como destino turístico de primer nivel.