Crisis en Altamirano, Chiapas: Violencia y Secuestro de 60 Ejidatarios Sacuden a México
Una escalada de violencia en el municipio de Altamirano, Chiapas, ha llevado a la retención de aproximadamente 60 ejidatarios por sujetos armados y encapuchados. El conflicto, enraizado en una disputa por el control municipal, ha generado preocupación tanto a nivel estatal como nacional.
La presidenta del concejo municipal, María García López, informó sobre el secuestro, que ocurrió en la comunidad Yaalcuk, municipio de Huixtán. Los secuestradores, cuyas identidades aún se desconocen, interceptaron a los ejidatarios cuando regresaban de una reunión en Tuxtla Gutiérrez con funcionarios estatales y diputados locales. Durante la reunión, los ejidatarios exigieron la destitución del concejo municipal que ha gobernado Altamirano durante casi dos años, así como la realización de una auditoría.
La Fiscalía General del Estado ha tomado cartas en el asunto, con la Fiscalía de Justicia Indígena a cargo de la investigación. Hasta el momento, se ha interrogado a 20 personas que presenciaron el secuestro, y se ha constatado que los secuestradores emplearon armas de fuego para amedrentar a sus víctimas antes de trasladarlas a la comunidad de El Bosque, en Huixtán, donde aún las mantienen retenidas junto a 11 vehículos.
Según los informantes, tres personas y tres vehículos han sido liberados hasta el momento. Sin embargo, los secuestradores exigen la liberación de un individuo que ha estado recluido en una cárcel ejidal de Altamirano durante los últimos 15 días.
Un alto funcionario del gobierno estatal declaró que se enteraron de la emboscada la noche del martes cuando un grupo de personas fue interceptado y llevado por los secuestradores. A la mañana siguiente, liberaron a 14 de las víctimas, condicionando la liberación del resto a la desocupación de las entradas y salidas bloqueadas de la cabecera municipal, una situación que ha persistido desde el 22 de agosto.
Durante una reunión celebrada en la cabecera municipal, grupos rivales de Altamirano acordaron que la policía estatal asumirá el control de los filtros de seguridad en la zona y puntos críticos. También se ha acordado la consulta con las bases para retirar los bloqueos y, en consecuencia, liberar a los secuestrados. Para fortalecer la seguridad, se planea una mayor presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana estatal.
La presidenta del concejo, María García López, en una conferencia de prensa, expresó que tiene conocimiento a través de publicaciones en redes sociales de que se retuvieron a 50 personas, pero que no se dispone de información completa al respecto. Por su parte, Jorge Cruz Pineda, subsecretario de Gobierno del estado, indicó que la cifra exacta aún es incierta, pero podría rondar los 60 secuestrados, incluyendo a los 14 previamente liberados.
En un mensaje a los familiares de los secuestrados, García López pidió que mantuvieran la calma y la tranquilidad, asegurando que el gobernador Rutilio Escandón Cadenas está haciendo todo lo posible para resolver la situación y garantizar la seguridad de los afectados.
Por otro lado, los familiares de los secuestrados solicitaron a las autoridades federales y estatales que prestaran atención a la situación en Altamirano. “Queremos calma, somos gente de paz”, manifestaron. Sin embargo, un hombre no identificado denunció que sus familiares estaban siendo golpeados y torturados, sin tener certeza sobre su destino. Una mujer se sumó a esta preocupación al relatar que su esposo, que sufre de diabetes, estaba en condiciones críticas debido a la falta de alimento.
Otra mujer expresó su angustia por la salud de su esposo, quien también estaba gravemente golpeado, y solicitó la liberación inmediata de su familia.
El conflicto en Altamirano se ha extendido más allá del secuestro de los ejidatarios. Los simpatizantes del ex alcalde Roberto Pinto Kánter, del Partido Verde Ecologista de México, han incendiado 47 casas y cerca de 20 vehículos en la zona. Además, han mantenido bloqueadas las salidas de la cabecera municipal desde el 22 de agosto, lo que ha contribuido a la escalada de tensiones en la región.
La situación en Altamirano es motivo de preocupación para las autoridades y la comunidad en general, ya que la violencia y el secuestro de ejidatarios son señales alarmantes de un conflicto político que ha alcanzado un punto crítico. Las autoridades continúan trabajando para lograr una solución pacífica y garantizar la seguridad de todos los involucrados.