Anestesiólogos de Oaxaca Alzan Sus Voces: De Héroes a Delincuentes, la Lucha por la Justicia Médica

En una manifestación enérgica y llena de sentimiento, médicos anestesiólogos de hospitales estatales y federales tomaron las calles de la capital del estado de Oaxaca para alzar sus voces en contra de la criminalización de su labor. Bajo el contundente grito de “ayer fuimos héroes, hoy delincuentes”, los profesionales de la salud alzaron sus pancartas exigiendo justicia y reconocimiento por su esencial contribución en el ámbito médico.

El detonante de esta protesta fue la detención de Gustavo Aguirre Castro, un anestesiólogo que fue arrestado en Baja California Sur y enfrenta acusaciones por delitos contra la salud. En solidaridad con su colega, médicos provenientes de instituciones como el hospital Presidente Juárez del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, el Hospital General de Zona Uno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Regional de Alta Especialidad y el nosocomio Dr. Aurelio Valdivieso, así como miembros destacados del Colegio Oaxaqueño de Anestesiología, se unieron a la marcha exigiendo su liberación.

El recorrido de la marcha se inició en las instalaciones del IMSS ubicado en Héroes de Chapultepec y avanzó hacia el emblemático zócalo de la ciudad de Oaxaca. Durante el trayecto, los manifestantes no solo levantaron sus voces en favor de Gustavo Aguirre, sino también en solidaridad con Daniel Rangel, anestesista del Hospital General 32 de la Ciudad de México, quien también fue aprehendido recientemente.

La presidenta del Colegio Oaxaqueño de Anestesiología, Claudia Paulina Reyes García, fue una de las voces más firmes en la protesta. Enérgicamente, Reyes García exhortó al Estado mexicano a detener la satanización de los anestesiólogos, enfatizando la importancia del fentanilo en sus procedimientos médicos. Según la información proporcionada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, este químico es suministrado a clínicas particulares, lo que obliga a los profesionales a transportarlo. Para evitar esta situación, la líder gremial demandó reformas en la regulación del suministro de fentanilo.

La pandemia de covid-19 sirvió como telón de fondo para resaltar la crucial labor de los médicos, y en particular de los anestesiólogos, quienes estuvieron en la vanguardia de la lucha contra el virus, intubando pacientes y brindando atención de primera línea. No obstante, el clima de reconocimiento y apoyo cambió drásticamente cuando los médicos se vieron enfrentados a acusaciones penales.

Reyes García expresó su indignación por el tratamiento diferenciado que reciben los profesionales de la salud al ser detenidos. Mientras que los médicos detenidos son exhibidos públicamente con sus nombres y apellidos, los verdaderos delincuentes mantienen su identidad resguardada. Esta situación, según la presidenta del Colegio Oaxaqueño de Anestesiología, refleja una doble moral que socava la confianza en el sistema de justicia y en la valoración de la labor médica.

La protesta no solo buscaba la liberación de los anestesiólogos detenidos, sino que también apuntaba a generar conciencia sobre la importancia de no criminalizar a los médicos en el ejercicio de su labor. Los profesionales de la salud reivindicaron su compromiso con el bienestar de los pacientes y el sistema de salud en su conjunto, demandando un trato justo y equitativo por parte de las autoridades y la sociedad en general.

A medida que la marcha avanzaba por las calles de Oaxaca, el clamor de los anestesiólogos se hacía más fuerte y resonante. El ruido de los cánticos y las consignas llenaba el aire, unificando a estos profesionales en su lucha por el reconocimiento de su labor y la garantía de que puedan ejercer su trabajo sin temor a represalias legales.

En un contexto en el que los sistemas de salud han sido puestos a prueba como nunca antes debido a la pandemia, la protesta de los anestesiólogos en Oaxaca se convierte en un recordatorio contundente de la valiosa labor que realizan en condiciones a menudo adversas. La criminalización de su trabajo no solo amenaza a los médicos individualmente, sino que también socava la confianza en el sistema de salud en su conjunto, afectando la capacidad de los profesionales para brindar atención médica de calidad a quienes más lo necesitan.

A medida que la manifestación llegaba a su punto culminante en el zócalo de la ciudad, los anestesiólogos se mantuvieron firmes en su exigencia de justicia y respeto. La visibilidad generada por esta protesta y la atención que ha captado en medios de comunicación y redes sociales podrían marcar un punto de inflexión en la percepción pública de la labor médica y la importancia de no criminalizarla.

La lucha de los anestesiólogos de Oaxaca es un recordatorio de que, detrás de los uniformes médicos, hay individuos dedicados a salvar vidas y brindar cuidados de salud de manera desinteresada. A medida que esta protesta resuena a lo largo y ancho del país, podría generar un debate más profundo sobre las condiciones en las que trabajan los profesionales de la salud y el trato que merecen por parte de la sociedad y las autoridades.

En conclusión, la protesta de los anestesiólogos en Oaxaca marca un capítulo crucial en la lucha por el reconocimiento y respeto a la labor médica. A través de sus voces unificadas, estos profesionales están desafiando la estigmatización y la criminalización que han enfrentado, destacando su compromiso con la salud y el bienestar de la población. La atención generada por esta manifestación podría tener un impacto duradero en la percepción de la sociedad hacia la labor médica y en la manera en que se abordan las preocupaciones y demandas de los profesionales de la salud en todo México.