Impulsando la Agricultura Mexicana a Través de los Frijoles: El Club de Frijoles en Napa Celebrando sus Logros Desde 2008
En un pequeño rincón de Napa, California, un proyecto singular ha estado floreciendo desde 2008, brindando un impulso crucial a los productores mexicanos de frijoles. El Club de Frijoles en Napa, liderado por la empresa Rancho Gordo-Xoxoc, ha logrado transformar las perspectivas de los agricultores mexicanos al exportar sus productos a Estados Unidos, y lo ha hecho de manera constante y sostenible. Aunque el camino no ha estado exento de desafíos, los resultados son evidentes, y tanto los productores como los consumidores están cosechando los beneficios.
Al inicio del proyecto, los productores mexicanos mostraban cierta incertidumbre. La exportación de frijoles a través de la empresa Rancho Gordo-Xoxoc, dirigida por el dueño Steve Sando, implicaba una apuesta arriesgada. ¿Cómo podrían garantizar que el mercado estadounidense mantuviera la demanda durante el tiempo necesario para que los productores pudieran cosechar sus esfuerzos? Esta preocupación era legítima, ya que las exportaciones tradicionales a través de canales de distribución podían resultar volátiles, dejando a los pequeños productores con excesos de inventario no deseados.
“Empezamos en 2008, ese fue nuestro primer envío y ha crecido lentamente, pero crecemos, crecemos y crecemos”, explica Sando, destacando el enfoque gradual y constante que ha adoptado el proyecto. A diferencia de las exportaciones tradicionales, Rancho Gordo-Xoxoc no ofrece descuentos sustanciales, lo que permite a los productores participantes crecer junto con la empresa. Este enfoque ha llevado a miles de productores a unirse al proyecto y formar parte de una comunidad en crecimiento.
En México, los agricultores han experimentado un cambio significativo gracias a este proyecto. Gabriel Cortés, cofundador de Xoxoc, destaca cómo los agricultores ahora pueden establecer el precio de sus frijoles y tienen la seguridad de una compra garantizada. Este cambio ha tenido un impacto profundo en las comunidades agrícolas, generando arraigo a la tierra y reduciendo la necesidad de migración. La participación de Rancho Gordo-Xoxoc también se ha expandido más allá de los frijoles, incluyendo la comercialización de diversos productos como el xoconostle, chocolate, barro bruñido de Puebla y utensilios de madera de Guerrero, entre otros.
A pesar de los desafíos iniciales, la pasión y dedicación de Steve Sando han llevado a este proyecto a nuevas alturas. Sando, quien se describe humorísticamente como “un mexicano disfrazado de gringo”, ha trabajado incansablemente para educar a la gente sobre la diversidad y la riqueza de los frijoles. Ha publicado cinco libros sobre el tema y ha desafiado las percepciones preconcebidas sobre los frijoles tradicionales en la gastronomía. Su enfoque en la calidad, el sabor y la experiencia culinaria ha sido un motor clave para el éxito del Club de Frijoles en Napa.
El proceso no ha estado exento de desafíos. En los primeros días, algunos chefs en México eran escépticos sobre la idea de los frijoles tradicionales. Además, otros exportadores intentaron competir comprando productos a los agricultores asociados, lo que elevaba los precios y amenazaba la estabilidad del proyecto. Sin embargo, la estrategia constante y cuidadosa de Sando ha ganado la confianza de los productores, lo que ha fortalecido aún más su compromiso.
Uno de los aspectos irónicos que Sando resalta es la falta de reconocimiento de los frijoles en comparación con el vino en la región de Napa. A pesar de la abundancia de conocimientos sobre las regiones vitivinícolas de Francia e Italia, muchos desconocen el potencial y la importancia de los alimentos indígenas de las Américas. Sando ha estado en una misión constante para cambiar esta percepción y ha trabajado incansablemente para promover una mayor apreciación de los frijoles.
Aunque los productos de Rancho Gordo-Xoxoc pueden tener precios más elevados en comparación con opciones más accesibles, Sando siempre ha defendido que la experiencia gastronómica va más allá del costo. Su objetivo es mejorar la calidad de la alimentación en Estados Unidos y contribuir a una alimentación más saludable y consciente. Esta visión más amplia lo ha llevado a establecer relaciones significativas con productores en México y otros lugares, impulsando el intercambio cultural y económico.
Gabriel Cortés subraya la nobleza del proyecto al rescatar y promover la diversidad de las variedades de frijoles. Además, destaca cómo el intercambio comercial justo ha permitido que los productores reciban reconocimiento y retribución por su conocimiento ancestral y su labor en el campo. Este enfoque va más allá de la simple transacción comercial, abrazando una relación simbiótica que beneficia a todas las partes involucradas.
En última instancia, Steve Sando reflexiona sobre el papel vital que desempeñan las asociaciones entre pequeños negocios en el panorama económico actual. A medida que el proyecto del Club de Frijoles en Napa continúa creciendo y prosperando, se convierte en un ejemplo inspirador de cómo el trabajo conjunto y el enfoque constante pueden generar impactos significativos en las comunidades locales y en las relaciones internacionales. Con una mezcla única de pasión, dedicación y sabiduría agrícola, el proyecto Rancho Gordo-Xoxoc continúa impulsando la agricultura mexicana y redefiniendo la manera en que el mundo ve a los modestos frijoles.