Inquebrantable Lucha por Justicia en Querétaro: Madres Buscadoras Transforman la Plaza de la Paz
En un emotivo evento llevado a cabo frente al palacio de gobierno del estado, un grupo de valientes mujeres conocidas como “madres buscadoras”, quienes han sido reprimidas y han enfrentado numerosos obstáculos en su búsqueda de personas desaparecidas, tomaron la decisión de renombrar la histórica Plaza de Armas de Querétaro como la “Plaza de la Paz”. Este acto simbólico y de resistencia busca recordar a las víctimas y demandar justicia en medio de un ambiente de cerrazón gubernamental y negligencia institucional.
Después de un conmovedor servicio religioso al aire libre, las integrantes del colectivo “Desaparecidos en Querétaro”, lideradas por Yadira González, expresaron su profunda insatisfacción debido a la suspensión de actividades que sufrieron durante dos semanas en el estado. Yadira González, en representación del colectivo, señaló que esta pausa dejó un “mal sabor de boca”, ya que fue impuesta por la intransigencia del gobierno estatal y la negativa de la fiscalía local para colaborar en la búsqueda de personas desaparecidas.
En medio de la represión y el uso de fuerza por parte de agentes de investigación que intentaron desalojar su plantón frente a la institución, González resaltó un logro importante: la activación de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas, la cual ahora brinda apoyo a las familias de personas desaparecidas, marcando un paso adelante en comparación con su mera existencia “en el papel” previamente.
González destacó el trabajo incansable que realizaron en tan solo dos semanas, logrando obtener indicios e información sobre al menos 10 casos de personas víctimas de desaparición forzada. Además, durante su estancia en Querétaro, recibieron la cercanía de familiares de 13 personas cuyo paradero aún es desconocido, subrayando la urgencia de la situación y la necesidad de respuestas.
No solo en Querétaro, sino también en otros estados, como Hidalgo, los colectivos de familiares de víctimas de desaparición forzada continúan enfrentando obstáculos. En Pachuca, Hidalgo, grupos de familiares se manifestaron en contra de la falta de apoyo por parte del gobierno del estado, liderado por el morenista Julio Menchaca. Las denuncias incluyen la falta de apoyo de la Comisión Estatal de Ayuda a Víctimas y la ineficiencia de la procuraduría estatal en la búsqueda de desaparecidos.
En medio de esta lucha por la justicia y la visibilidad de los desaparecidos, un caso particularmente conmovedor destaca en Hidalgo: el de Javier Muñoz Cortés, un estudiante de gastronomía de la Universidad Científica Latinoamericana de Hidalgo, quien fue detenido por policías de Pachuca y Mineral de la Reforma el 28 de noviembre de 2008 y cuyo paradero sigue siendo un misterio. Su historia encarna la desesperación y la angustia que muchas familias enfrentan a diario.
En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, familiares de personas desaparecidas en Guerrero, agrupados bajo el nombre de “Memoria, Verdad y Justicia”, llevaron a cabo una conmovedora protesta. Esta consistió en volar papalotes en la plazoleta donde se encuentra el Antimonumento a los 43 de Acapulco, una representación simbólica de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Samantha Colón Morales, cuyo esposo Vicente Suástegui fue desaparecido el 5 de agosto de 2021, explicó que esta actividad busca sensibilizar al gobierno estatal y a la Presidencia de la República sobre la realidad que enfrentan las familias de personas no localizadas.
La voz de Morales refleja el sentimiento compartido por tantos otros en esta situación desgarradora: “Es para visibilizar a quienes tenemos desaparecidos. Las familias seguimos incompletas. Pedimos que las dependencias de seguridad y los encargados de investigar se esmeren. Estamos cansados de que simulen que buscan a nuestros hermanos, a nuestras hijas, a nuestros esposos. Queremos que la gobernadora nos voltee a ver, que la sociedad se sensibilice ante nuestro dolor.”
Este acto de resistencia en Querétaro, junto con las manifestaciones en otros estados, resalta una dolorosa verdad: que a pesar de la lucha incansable de las madres buscadoras y de las familias de las víctimas, la búsqueda de justicia y la verdad sigue siendo un camino lleno de obstáculos. La Plaza de la Paz, ahora rebautizada en honor a sus esfuerzos, se convierte en un símbolo de la búsqueda continua de respuestas, visibilidad y, sobre todo, justicia para aquellos que nunca regresaron a casa.