Absolución Impactante: Libertad para Presuntos Asesinos de Activista en Guanajuato

En un sorprendente giro de los acontecimientos, un juez ha absuelto a los dos presuntos responsables del asesinato de Francisco Javier Barajas Piña, miembro destacado de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Guanajuato. Este desenlace ha dejado a la comunidad activista y a los defensores de derechos humanos consternados, planteando serias interrogantes sobre la efectividad y la imparcialidad del sistema judicial.

Javier Barajas, hermano de la maestra desaparecida Guadalupe Barajas Piña, emprendió una incansable búsqueda de su hermana luego de su misteriosa desaparición el 28 de febrero de 2020 en Salvatierra. Los restos de Guadalupe fueron desgarradoramente descubiertos un año después en una fosa clandestina junto a 79 cuerpos, revelando la cruda realidad de la violencia en la región.

La Fiscalía General del Estado (FGE) llevó a cabo una investigación intensiva en el caso de Francisco Javier Barajas Piña, conocido por su dedicación incansable en la búsqueda de personas desaparecidas. Sin embargo, en un giro inesperado, la FGE no logró presentar pruebas suficientes para sostener las acusaciones contra los dos hombres señalados como autores materiales del homicidio. Rafael y César Enrique, los acusados, fueron absueltos por el juez debido a la falta de pruebas concluyentes que demostraran su culpabilidad en el asesinato, que tuvo lugar el fatídico sábado 29 de mayo de 2021 en el corazón de Salvatierra.

Los detalles escalofriantes de la noche en que Javier perdió la vida se presentaron durante una audiencia que tuvo lugar en julio de 2021. Caminando por la calle Abasolo, Javier fue sorprendido por Rafael y César Enrique, quienes montaban una motocicleta. En un ataque brutal y calculado, los agresores abrieron fuego contra Javier, hiriéndolo mortalmente en el tórax y el abdomen. La FGE relató estos hechos durante la audiencia, describiendo cómo los perpetradores accionaron sus armas contra su víctima indefensa.

La Fiscalía presentó pruebas suficientes para vincular a los acusados con el delito de homicidio calificado. El juez, en ese momento, dictaminó que las pruebas eran sólidas y ordenó que Rafael y César Enrique fueran detenidos preventivamente mientras se desarrollaba el proceso penal. Sin embargo, en un giro que ha conmocionado a la opinión pública y a los defensores de derechos humanos, el mismo juez ahora ha declarado la absolución de los acusados, alegando falta de pruebas concluyentes para sostener la acusación de homicidio.

Las reacciones a esta sentencia han sido inmediatas y vehementes. El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez expresó su indignación ante lo que considera un “terrible mensaje de impunidad”. Según la organización, este fallo pone en riesgo no solo a la familia de la víctima, sino también a todos los activistas y colectivos que luchan por la justicia y la rendición de cuentas en casos de desapariciones forzadas. La organización señaló que el fallo expone las deficiencias de la Fiscalía de Guanajuato y la distancia entre el Poder Judicial y las víctimas, lo que suscita preocupaciones sobre la independencia y la integridad del sistema judicial.

La familia de Javier Barajas ha anunciado su intención de apelar la sentencia absolutoria. Han expresado su determinación de no permitir que el legado de su ser querido sea olvidado y han responsabilizado a las autoridades estatales de cualquier posible atentado que puedan sufrir. Además, planean recurrir a instancias internacionales, como la Oficina en México de la ONU para los Derechos Humanos, en busca de apoyo y justicia.

Mientras tanto, los acusados, Rafael y César Enrique, continúan detenidos debido a otros procesos penales que enfrentan. A pesar de la absolución en el caso del asesinato de Javier, las implicaciones de este veredicto continúan resonando en la sociedad guanajuatense. El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez ha subrayado que el fallo es recurrible y que aún existe la posibilidad de enmendar esta “flagrante injusticia”, aunque esto parece ofrecer un escaso consuelo ante la pérdida de la oportunidad de justicia para la víctima y su familia.

En conclusión, el caso del asesinato de Francisco Javier Barajas Piña y la posterior absolución de los presuntos responsables han generado una oleada de indignación y preocupación en Guanajuato y más allá. Este trágico episodio ha resaltado las deficiencias en el sistema judicial y ha planteado serias preguntas sobre la capacidad de las autoridades para garantizar la justicia en casos de violencia y desapariciones forzadas. Mientras la familia de la víctima lucha por mantener viva la memoria de Javier y por obtener justicia, la sociedad observa con atención cómo se desarrolla este desafiante capítulo en la búsqueda de verdad y rendición de cuentas en México.