Boom Económico: México Atrae Inversión Extranjera con un 41% de Crecimiento en el Primer Semestre

En un giro prometedor para la economía mexicana, la inversión extranjera directa (IED) ha experimentado un aumento significativo durante el primer semestre del año en comparación con el mismo período del año anterior. Según el reporte emitido por la Secretaría de Economía (SE), la IED ha alcanzado la impresionante cifra de más de 29 mil millones de dólares, lo que representa un asombroso incremento del 41% en relación con el año previo.

Raquel Buenrostro Sánchez, titular de la Secretaría de Economía, destacó la importancia de estos resultados como un testimonio de la confianza que los inversionistas han depositado en México como destino de inversión. “Estos resultados representan la confianza de los inversionistas para mantener, ampliar e instalar nuevas inversiones en el país”, afirmó Buenrostro Sánchez en relación con los datos preliminares.

No es para menos, ya que México ha venido trabajando en la creación de un ambiente propicio para los negocios, algo que parece estar rindiendo frutos de manera tangible. En su cuenta de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, Buenrostro Sánchez añadió con optimismo: “El gobierno de México ha generado las condiciones para un excelente ambiente de negocios, el país se consolida como el mejor destino de inversión en América”.

Es importante destacar que esta cifra no toma en cuenta la fusión de Televisa ni la reestructuración de Aeroméxico ocurridas en 2022, lo que confirma aún más la solidez de la tendencia al alza en la inversión extranjera directa. La IED preliminar durante los primeros meses del año ascendió a 29 mil 41 millones de dólares, superando en un 41% los 20 mil 636 millones de dólares reportados en el mismo lapso de 2022.

En cuanto a las cifras de inversión, la Secretaría de Economía subrayó que una parte significativa de este monto se refiere a utilidades que no regresaron al país de origen. Las reinversiones, de acuerdo con la SE, son un testimonio sólido de la confianza de los inversionistas extranjeros en la estabilidad económica de México, lo que a su vez contribuye al crecimiento sostenible.

Desglosando aún más los datos, se observa que el 15% de la inversión extranjera directa corresponde a préstamos y pagos entre compañías del grupo corporativo, mientras que un 7% corresponde a nuevas inversiones realizadas en México. En cuanto a la distribución por sectores, el sector manufacturero lidera con un 57%, enfocándose especialmente en industrias como el equipo de transporte, metales, bebidas y tabaco, química, alimentaria, aparatos eléctricos y equipos de cómputo.

Los servicios financieros también han experimentado un incremento considerable, representando un 27% de la IED total. Los sectores de alojamiento temporal, minería, transporte, construcción y comercio al por mayor y minorista completan el panorama económico diversificado en el que se ha manifestado el flujo de inversión extranjera directa.

Uno de los datos más notables es que, durante este lapso de referencia, Estados Unidos se mantuvo como el principal socio comercial de México, contribuyendo con un 43% del capital foráneo total. Le siguen España con el 15%, Alemania con el 9%, Argentina con el 8% y otros países aportando el resto.

Al analizar la distribución geográfica de la inversión extranjera directa, se destaca que el 60% se concentra en cinco entidades federativas del país. Es interesante observar que la Ciudad de México lidera esta distribución, acumulando más de un tercio de la inversión total.

En resumen, los datos proporcionados por la Secretaría de Economía arrojan luces sumamente positivas sobre el panorama económico de México en el primer semestre del año. Con un incremento del 41% en la inversión extranjera directa, el país se consolida como un destino atractivo y confiable para los inversionistas. La diversificación en los sectores beneficiados y la fuerte confianza en la estabilidad económica mexicana son factores clave en esta tendencia al alza. Con la continuidad de estas condiciones propicias, el futuro económico de México luce prometedor y lleno de oportunidades para el crecimiento sostenible.