346 Héroes de la Salud Gradúan en Instituciones Militares: ¡Listos para Sanar México!
En un emotivo acto que reafirma el compromiso con la excelencia y la vocación de servicio, la Escuela Militar de Medicina en México celebró la graduación de 346 nuevos profesionales de la salud provenientes de sus aulas. La ceremonia, encabezada por el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval González, marcó un hito en la formación de médicos, enfermeros, odontólogos y oficiales de sanidad en el sistema educativo militar del país.
La educación, un pilar fundamental para el progreso de México, encuentra en la formación militar un componente de vital importancia. Así lo enfatizó el director de la Escuela Militar de Medicina, Francisco Garibay González, quien subrayó la búsqueda constante de la competitividad a nivel nacional e internacional. “En el sistema educativo militar, nos esforzamos por alcanzar estándares de calidad que trasciendan fronteras, fortaleciendo tanto al individuo como a la nación”, aseguró Garibay González.
La graduación, que congregó a familiares, amigos y autoridades militares, fue un testimonio del arduo trabajo y dedicación de los 346 graduados. Entre ellos se contaban 86 médicos, 31 dentistas, 95 enfermeros y 134 oficiales de sanidad. Cada uno de ellos completó un riguroso programa de estudios que no solo abarcó conocimientos médicos y técnicos, sino también valores y principios militares que enriquecerán su labor profesional.
Durante su discurso, el director de la escuela enfatizó la importancia de que los egresados mantengan altos estándares éticos y profesionales en su ejercicio. “Los invito a continuar dando lo mejor de sí, a cuidar el derecho humano a la salud, anteponiendo el bienestar del paciente y del pueblo de México a cualquier interés personal. La legalidad y la protección de los derechos fundamentales deben ser su norte constante”, enfatizó Garibay González, destacando el rol crucial que desempeñarán estos nuevos profesionales en la sociedad.
El director de la Escuela Militar de Medicina también hizo hincapié en los valores arraigados en cada graduado a lo largo de su formación. “La responsabilidad, disciplina, constancia, espíritu de cuerpo, lealtad y valor son los cimientos que sustentan su labor como profesionales de la salud. Pero más allá de todo, es el alto sentido humano que han cultivado lo que les permitirá conectar con empatía con sus pacientes y sus necesidades”, subrayó Garibay González.
La graduación no solo marcó el fin de una etapa de aprendizaje, sino el comienzo de una nueva fase en la carrera de estos profesionales de la salud. En un mundo en constante cambio, el compromiso con la educación continua se presenta como una premisa ineludible. “Los graduados de este centro militar de ciencias de la salud saben de la responsabilidad que han adquirido, por lo que tienen el firme compromiso de seguir preparándose profesionalmente para servir con entrega al pueblo de México”, afirmó Garibay González.
Las palabras del director de la escuela resonaron profundamente entre los asistentes, especialmente entre los graduados, quienes manifestaron su agradecimiento por la formación recibida y el sentido de pertenencia que se ha consolidado en ellos. María Rodríguez, una de las nuevas médicas graduadas, expresó emocionada: “Estamos listos para asumir el reto de cuidar la salud de nuestros compatriotas. Cada uno de nosotros lleva consigo no solo conocimiento, sino también valores que nos guiarán en esta noble labor”.
La ceremonia culminó con la entrega de diplomas a los graduados, un gesto simbólico que representa la transición de estudiantes a profesionales comprometidos con el bienestar de la sociedad. Los nombres de los 346 profesionales de la salud quedaron inscritos en la historia de la Escuela Militar de Medicina y en el compromiso continuo de elevar los estándares de atención médica en México.
Con la graduación de esta nueva generación, la Escuela Militar de Medicina reafirma su posición como un centro de excelencia en la formación de profesionales de la salud. Más allá de la capacitación técnica, se inculca en cada graduado un sentido de propósito y servicio que trasciende fronteras y especialidades. En un país donde la salud y la educación son pilares fundamentales, la labor de estos graduados adquiere una relevancia aún mayor, prometiendo un impacto positivo en la sociedad que perdurará por generaciones.