11 Madres Buscadoras Asesinadas: Horror en la Búsqueda en México

En un estremecedor informe presentado por el Comité Cerezo, se ha revelado que en los últimos 17 años se han registrado once asesinatos de Madres Buscadoras de Desaparecidos en todo el país. Estos datos alarmantes fueron compartidos por Héctor Cerezo Contreras, coordinador del área de acompañamiento de dicho comité, quien puso de manifiesto la preocupante situación que enfrentan las madres que luchan incansablemente por encontrar a sus seres queridos desaparecidos. Además, resaltó que tan solo en lo que va del año 2023, se han reportado tres homicidios de madres buscadoras. La violencia y la omisión del estado mexicano en la búsqueda de desaparecidos se han convertido en un flagelo que afecta profundamente a estas valientes mujeres.

La Plaza Independencia de Pachuca se convirtió en el escenario de una conmemoración sombría y emotiva. En honor al Día Internacional del Detenido-Desaparecido, el colectivo de Madres Buscadoras colocó fotos de alrededor de 30 activistas desaparecidos provenientes de diferentes estados del país en el kiosco ubicado junto al Reloj Monumental de la ciudad. Este acto simbólico no solo honró la memoria de quienes han perdido la vida en esta lucha, sino que también llamó la atención sobre la persistente crisis de desapariciones en México.

El panorama presentado por Héctor Cerezo Contreras se vio respaldado por Alan García Campos, Coordinador de la Unidad de Graves Violaciones de Derechos Humanos de la Oficina en México del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU). En su intervención en Querétaro, García Campos corroboró la trágica realidad al afirmar que en lo que va de 2023 se han perpetrado tres homicidios de Madres Buscadoras de desaparecidos en el país. Esta alarmante coincidencia de cifras entre diferentes fuentes refuerza la urgente necesidad de abordar esta problemática.

Héctor Cerezo Contreras subrayó que los once asesinatos de madres buscadoras desde 2006 son resultado de la negligencia estatal en llevar a cabo investigaciones efectivas y expeditas para encontrar a las personas desaparecidas. “El estado ha abandonado su obligación de realizar una investigación rápida y expedita y ante eso los familiares, ante la desesperación van ellas mismas a terrenos a lotes a cárceles, a hospitales”, destacó Cerezo Contreras. Esta falta de apoyo y acción gubernamental ha dejado a las familias en una situación desesperada, obligándolas a emprender la búsqueda por sus propios medios.

El panorama se agrava con las acciones de algunas autoridades locales, que en lugar de ver a los colectivos de Madres Buscadoras como aliados en la búsqueda de personas desaparecidas, los consideran obstáculos. Cerezo Contreras mencionó que en ciudades como Guadalajara, Jalisco, las autoridades han prohibido a los integrantes de estos colectivos ejercer su derecho a manifestarse. La falta de diálogo y cooperación entre las madres buscadoras y las fiscalías regionales refleja una situación preocupante y una profunda falta de empatía.

Uno de los aspectos más dolorosos y preocupantes es que, según las palabras del activista, muchas de las desapariciones han sido perpetradas por las mismas fiscalías y funcionarios públicos. Estas acusaciones cuestionan la integridad de las instituciones encargadas de impartir justicia y proteger a los ciudadanos. Cerezo Contreras también lamentó la ausencia de un registro oficial de personas desaparecidas en Hidalgo y en otras entidades, lo que resalta la necesidad imperante de establecer un Instituto Autónomo de Ciencias Forenses para abordar esta problemática.

El activista mencionó una cifra estremecedora: al menos 52 mil cuerpos sin identificar reposan en morgues de los Servicios Médicos Forenses en todo el país. La falta de recursos y capacidad para identificar a todas estas víctimas ha generado una situación desoladora. Con un tono de frustración, Cerezo Contreras explicó que incluso con el trabajo de expertos, se requerirían 150 años para identificar todos estos cuerpos, sin tener en cuenta los que se sigan acumulando en ese lapso. Esta situación pone de manifiesto la urgente necesidad de invertir en recursos y tecnologías forenses para acelerar este proceso.

El reconocimiento oficial de 112 mil desaparecidos es una cifra alarmante, pero Cerezo Contreras resaltó que no se ha realizado un informe detallado sobre cuántos de estos casos son víctimas de desaparición forzada. Esta falta de información precisa subraya la importancia crucial de crear un censo integral que aborde y documente la magnitud del problema. La voz del activista resonó con urgencia al enfatizar la necesidad de abordar esta crisis desde una perspectiva más amplia y completa.

Alan García Campos, representante de la ONU en México, se unió a la conversación para destacar la importancia de proteger a las personas buscadoras de desaparecidos. García Campos elogió la valentía de estas activistas y señaló que la comunidad internacional está atenta a los asesinatos y agresiones que han sufrido en los últimos tiempos. Además, subrayó que la Convención Internacional y la Ley General en Materia de Desaparición de Personas establecen el derecho de las familias a participar en todas las etapas relacionadas con la búsqueda y la identificación de personas desaparecidas.

La lucha de las Madres Buscadoras de Desaparecidos es una batalla que trasciende las fronteras geográficas y toca fibras sensibles en la sociedad mexicana y más allá. Los asesinatos, la falta de apoyo estatal y la dificultad para identificar a las víctimas son desafíos monumentales que requieren una acción decidida y un enfoque conjunto de la sociedad y las autoridades. En medio del dolor y la adversidad, estas mujeres valientes continúan levantando la voz por aquellos que ya no pueden hacerlo, exigiendo justicia y una respuesta contundente a esta crisis de desapariciones.